jueves, 3 de julio de 2014

Consentimiento informado: derecho del paciente, deber del médico

El consentimiento informado es aquello que nos hacen firmar para que el hospital y el médico tengan cubiertas las espaldas en caso de que suceda algo imprevisto. ¿Es así? La respuesta es clara... NO!! Pero esta idea la tienen más personas de las que podamos imaginar y, si no lo crees, basta con preguntar a la gente de vuestro alrededor.
El consentimiento informado no es un derecho del médico, es un derecho del paciente y por tanto un deber del profesional médico. Está contemplado en la Ley 41/2002, del 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica y lo define como la conformidad libre, voluntaria y consciente de un paciente, manifestada en el pleno uso de sus facultades después de recibir la información adecuada, para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud
Esta definición expresa algo muy importante. El consentimiento informado no es sólo un documento, sino que debe ser entendido como un proceso de comunicación activo entre el médico y el paciente, a través del cual tú, como paciente, dispones y comprendes toda la información necesaria para poder tomar una decisión y optar, o no, por dar el consentimiento a participar en una prueba diagnóstica o tratamiento. Si cambias de idea, ten en cuenta que este consentimiento podrá ser revocado en cualquier momento.
Pero, ¿qué necesito saber? Para tomar una decisión reflexionada conviene conocer en qué va a consistir el procedimiento, su finalidad, los motivos, los riesgos o las contraindicaciones y, algo muy importante, si existen otras opciones disponibles. Si el médico no te ofrece esta información, no dudes en preguntarlo. También te propongo tomarte el tiempo necesario para tomar la decisión y estudiar el documento de consentimiento informado. Recuerda que puedes llevártelo a casa y así anotar todas las dudas que tengas. 
Y ahora quizás te preguntarás por qué no has firmado ese documento en algunas ocasiones.Tiene fácil respuesta. La mayor parte de procedimientos médicos solo requieren que el consentimiento se preste de forma verbal. Solo será necesario por escrito cuando se trate de intervenciones quirúrgicas, procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores, y siempre que implique potenciales riesgos o inconvenientes para tu salud. Pero no restemos importancia al consentimiento verbal, es también muy importante y siempre es recomendable no quedarse con dudas. Es tu salud, ¿hay algo más importante? No tengas miedo al médico, ya no están en ese pedestal al que todos les subimos, y siempre podrás encontrar profesionales cercanos y con una clara vocación por la salud de sus pacientes. Y si no es el caso... cambia de médico! Tienes esa opción, tenlo en cuenta.

También debes saber que existen algunas excepciones al deber del médico de obtener el consentimiento del paciente. Están reguladas por ley y contemplan aquellas situaciones en las que existe riesgo para la salud pública o cuando hay un riesgo grave e inmediato para la salud física o psíquica del paciente y no es posible conseguir su autorización. 
El consentimiento informado es un tema complejo para abordarse en un único post. ¿Y si no quiero recibir información? ¿Cómo revocar mi consentimiento? ¿Qué papel juegan los familiares en el acceso a la información? Muchos temas que se abordarán en el blog más adelante. ¿Qué  otras cuestiones te gustaría que apareciesen?


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